Vivió prácticamente todo el siglo XX. Lo hizo en París y en Nueva York, capitales del arte. Renovó la fotografía, tanto por su singular manera de documentar la realidad como por su faceta de inventora de objetos y técnicas. Se sostuvo económicamente con su trabajo. Compartió parte de su vida con una mujer. Nunca renunció a su libertad y a su pasión. Fue, sin duda, un ejemplo de la nueva mujer, de la mujer moderna. Una ‘fotógrafa moderna’.
Hablamos de ella en la sección de cultura de la revista United Explanations