En octubre de 2019 el Museo del Prado inaugurará una exposición sobre Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana. Y desde Otrasnosotras organizaremos visitas para profundizar en sus obras.
«Así pues, es difícil reconstruir su vida y aún más hacerse una idea clara de la mujer que había detrás de esa pintora que, incluso como tal, tuvo que permanecer casi siempre a la sombra de alguien, cuando no de sí misma en el papel de dama de la reina. En los documentos no habla su voz: primero son su padre y los admiradores perplejos que la ensalzan quienes hablan por ella; después lo hacen los fríos documentos de la corte, casi siempre en anotaciones referidas a pagos, demoras de pagos… que mal andaban las finanzas de la Corona; más tarde el hermano o su segundo marido. De su mano, como veremos, se conservan sólo unas pocas cartas que nos muestran a la vez un carácter firme y decidido, su desparpajo y la habilidad con la que se mueve entre los poderosos. Quedan, eso sí, sus obras que hablan también de ella, en especial sus autorretratos. Pero además existe una confusión, como si de un juego de espejos se tratara, entre sus autorretratos, los retratos que hizo a sus hermanas, los autorretratos que ellas se hicieron… o, por qué no, los retratos que las hermanas le hicieron a ella o las unas a las otras. Sofonisba siempre se escapa; fuera de las banales y tópicas alabanzas que le prodigaron sus contemporáneos, se habla poco de ella. Aquí y allá algún comentario. Kushe apunta: <<Sofonisba no era amada sólo por su pintura, sino que debía de ser también una mujer fascinante y con una gran personalidad>> o <<Sofonisba debió ser una mujer fuera de lo común, decidida, activa, independiente y también muy afectuosa. (…) Tuvo refinadas habilidades diplomáticas (…); fue persuasiva, bella e instruida>>.
Sofonisba Anguissola. (c.1535-1625),
Ediciones del Orto. Bea Poqueres.